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miércoles, 17 de septiembre de 2014

"Siempre empieza con las mismas palabras: Cazador blanco, corazón negro"

En 1953, Peter Viertel -Dresde, Alemania- escribió la novela Cazador blanco, corazón negro donde narraba su tormentosa amistad con el legendario director John Houston, forjada en los meses previos a la filmación de La reina de África (1951) que el propio Viertel guionizó. En ella mezclaba hechos reales con otros inventados que dibujaban la figura de un Houston caprichoso, de ideas fijas y amado y odiado a partes iguales -en el libro utiliza el seudónimo de John Wilson para referirse al realizador y de Peter Verrill para hablar de si mismo-.

El deseo de Viertel siempre fue plasmar en la gran pantalla su novela, y a punto estuvo de conseguirlo en la década de los 70, cuando Burt Lancaster, entre otros, se interesó en el proyecto. No fue hasta 1990 cuando por fin vio realizado su sueño de la mano de Clint Eastwood, el actor y director cuya carrera se había visto estancada tras varios fracasos y que, gracias a este trabajo, volvió a relanzar para alzarse dos años más tarde con el Oscar por la magnífica Sin Perdón.

La obsesión de Wilson por cazar un elefante africano se aborda a lo largo del filme.

Con la adaptación homónima de la novela del escritor nacido en Alemania y coincidiendo con esa época profesional de vacas flacas, Eastwood lleva a cabo su trabajo más íntimo y personal. La película, como el libro, cuenta los días previos al rodaje de uno de los filmes cumbre del cine de aventuras, La Reina de África. Eastwood, en la piel de Wilson, y Jeff Fahey (Wyatt Earp, Lost) como Verrill, son los protagonistas de una amistad turbulenta y llena de altibajos. En ella se refleja, desde dentro, parte del estrambótico rodaje de la cinta de Houston, que en ocasiones deja de lado el proyecto para logar su verdadera ambición: cazar un elefante africano, el animal más hermoso del planeta. Objetivo que, por otro lado, traerá por el camino del amargura al productor Sam Spiegel, interpretado por George Dzundza (El cazador) y que polemiza con el director por sus continuos caprichos y excentricidades.


'Cazador blanco, corazón negro' recoge los días previos al tormentoso rodaje de ´La reina de África'.

El responsable de joyas como Un mundo perfecto o Mystic River, juega con las luces y sombras para mostrar un Wilson (Houston) cercano y distante al mismo tiempo. Mostrando tal vez su cara más introspectiva, Eastwood utiliza el argumento como canal para enseñar sus verdaderos pensamientos sobre la industria y la posición que en su momento ocupaba dentro del gremio. A través de simbiosis de personalidades, abundan reflexiones que fluyen a lo largo del filme y que demuestran la devoción que siempre ha sentido el actor y director estadounidense por el cine clásico, del que forma parte; la época dorada de Hollywood y, sobre todo, la figura del mítico Houston, con el que consigue mimetizarse.

Jeff Fahey y George Dzundza, más Timothy Spall (fuera de imagen) completan el reparto del filme.

La vis más cómica -sin excesos, eso sí- de Clint Eastwood sale a relucir en Cazador blanco, corazón negro. Varias secuencias, en las que se muestra la personalidad más irreverente de Wilson, están cargadas de un humor ácido que rebajan la tensión del drama que late a lo largo del metraje. Un drama que, por otro lado, estalla de forma imprevisible ante la atenta mirada del propio director y protagonista, helando nuestra propia sangre. Demostración más que evidente de los contrastes que caracterizan a ese bello continente llamado África y que tan bien se retratan en la película.

La reina de África

Hablar de John Houston es hacerlo de cine con mayúsculas. Muchos de sus títulos forman parte de la leyenda del Hollywood clásico aun vigente en nuestros días. Al igual que las carreras de grandes actores y actrices que han crecido profesionalmente bajo el paraguas del laureado director.

Dos de ellos fueron los eternos Humphrey Bogart y Katharine Hepburn, que vivieron de primera mano el convulso rodaje de La reina de África. Bogart y Houston -al que apodaba el 'El monstruo'- compartían una amistad más allá de la pantalla. Compañeros de juergas, vivieron en la exuberante África otro episodio más de sus andanzas.

Uno de los puntos fuertes de 'Cazador blanco, corazón negro' son los paisajes de África que muestra.

Sin embargo, Cazador blanco, corazón negro no toca ni de lejos esta relación, centrándose única y exclusivamente en los aciertos, sueños y temores del director, entre otras, de El tesoro de Sierra Madre. Sí se muestra, en cambio, la afición de Houston por el whisky, algo que le condujo a situaciones violentas y absurdas a la par, como la escena de la pelea en defensa de un sirviente negro inspirada en un episodio real del cineasta. O cuando ridiculiza a una señorita de alta cuna por sus críticas a los judíos -escena realmente brillante-, y la defensa que el protagonista hace de Hollywood ante la chanza de uno de sus ayudantes.

Como testigo excepcional de tan singular historia aparecen los paisajes africanos, retratados con gran acierto por Jack N. Green. Planos generales y largos cargados de autentico encanto que hipnotizan en todo momento. La cultura africana en todas sus vertientes se despliega antes nuestros ojos, con una crítica velada hacia la colonización del cazador blanco frente al corazón negro que, finalmente, termina por sufrir y llorar las acciones del primero. Lágrimas que "siempre empiezan con las mismas palabras: cazador blanco, corazón negro". Defintivamente, una película que consagró la figura de Eastwood en la dirección y que desencadenó todo un aluvión de trabajos que han recibido, y con mérito, el reconocimiento del público y la crítica.


Ficha Técnica


Título original: White Hunter, Black Heart

Año: 1990

Género: Aventuras / Drama / Cine dentro del cine

Duración: 110 min.

País: Estados Unidos 

Director: Clint Eastwood

Guión: Burt Kennedy, Peter Viertel, James Bridges (Novela: Peter Viertel)

Música: Lennie Niehaus

Fotografía: Jack N. Green

Reparto: Clint Eastwood, Jeff Fahey, George Dzundza, Alun Armstrong, Marisa Berenson, Timothy Spall, Charlotte Cornwell, Boy Mathias Chuma, Mel Martin, Clive Mantle

Puntuación: 8,5/10

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