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sábado, 27 de diciembre de 2014

'Frío en julio': Una historia de violencia

Un tendero asustadizo, un perseguidor implacable y una especie de ranger sureño lleno de chascarrillos. Este es el trío que componen Michael C. Hall -el tendero (A dos metros bajo tierra, Dexter)-, Sam Shepard -el perseguidor (Mud, Elegidos para la gloria)- y Don Johnson -el ranger (Corrupción en Miami, Django Desencadenado)- en Frío en Julio, una historia de violencia y venganza desmedida escrita y dirigida por Jim Mickle, basándose en la novela de Joe R. Lansdale.


La acción transcurre en Texas, en el caluroso mes de julio de principios de los ochenta. El humilde tendero y padre de familia, Richard Dane, dispara en la cabeza a un atracador que asalta en la medianoche su casa. Lo que parecía una desgraciada anécdota se convierte en el desencadenante de una serie de acontecimientos brutales, que ponen patas arriba la vida de Dane y su familia. Especialmente, cuando comienza a merodear por los alrededores del hogar Russel, a priori padre de la persona a la que mató el tendero.

La aparición de Sam Shepard en pantalla provoca un giro de 180 grados en 'Frío en julio' (Goodfilms).

La policía pone cerco a Russel con métodos poco ortodoxos y Dane, como buen samaritano, le salva la vida inexplicablemente. A partir de entonces, la trama da un giro de 180 grados. Cazador y presa entablan amistad y empiezan a investigar sobre el auténtico paradero del hijo de Russel. Momento en el que entra en escena Jim Bob, un ranger sureño al que no falta ningún detalle de su condición. Los tres, como si de justicieros clásicos del oeste se tratasen, descubren donde se encuentra realmente el primogénito de Russel. Un hallazgo macabro que llevará hasta el límite al tridente protagonista.

Don Johnson pone la nota cómica al filme (Goodfilms).
Michael C. Hall, Sam Shepard y Don Jonshon encarnan tres personalidades distintas que se complementan unas a otras, moviéndose por la delgada línea de la justicia y el deber. Son los protagonistas de una historia donde la moralidad ha volado por los aires. El título ya en sí es toda una declaración de intenciones. Y es que la frialdad con la que asumen los acontecimientos que se van sucediendo, contrasta con ese ambiente pegajoso y caliente que representan los escenarios del sur de Estados Unidos.

Bajo esta singularidad, la película va avanzando a base de giros y vueltas. Nada es lo que parece y todo cambia. Este rasgo se observa especialmente en la figura de C. Hall, al que Shepard saca de su monótona rutina para adentrarle en un mundo violento y vengativo. Ni más ni  menos que el mundo real. Una especie de maestro y aprendiz que, a base de intuición e instinto, llegan a respetarse y congeniar. 

No podía faltar en un filme de este estilo ese personaje cómico, casi caricaturesco que alivia de tensión a la trama y que encarna perfectamente Don Johnson. Se mueve como pez en el agua en un rol de estas características y su aparición acelera la evolución del resto del reparto, que se completa con la arquetípica familia Dane -madre e hijo- la incompetente policía local y una mafia brutal y despiadada con la que deben acabar 'Los tres mosqueteros' sureños. 

Viaje al cine de los ochenta

Frío en julio bebe de muchos géneros. Acción, comedia negra, rasgos del western, por supuesto drama... Ese es uno de sus puntos fuerte. Pero es, sin duda, la estética 'ochentera' -es en esta época donde se desarrolla la trama- la que singulariza al trabajo de Jim Mickle. Para más inri, todo ocurre en verano, con el calor sofocando y el polvo de Texas colándose por la nariz del espectador. Y todo ello, con muchas dosis de violencia, el alma de esta película.

Una cinta que, en este sentido, recuerda a las obras de directores como Walter Hill o Jhon Carpenter -realmente llegas a convencerte de que ha sido él quien ha compuesto la banda sonora-. Realizadores capaces de sacar todo lo malo y lo peor de los ambientes rurales y urbanos. Daba igual el escenario. El hombre se mueve por instintos y mata; devora y acaba con el otro con tal de conseguir un objetivo que no se pregunta si es moral o no. Es lo justo y punto. 

Don Johnson, Michael C. Hall y Sam Shepard reparten justicia en el sur de Texas (Goodfilms).

Y así, presenciando el largometraje de Mickle -se nota que se ha criado bajo el techo de este cine-, a uno se le vienen a la retina películas como La Presa (1981), 1997: Rescate en Nueva York (1981) o Asalto a la comisaría del distrito 13 -si bien esta es de 1976, ya dejaba entrever la que se avecinaba en los próximos diez años-. Agobiantes, asfixiantes, con una claustrofobia constante bajo la que se suceden secuencias con mucho ritmo y acción y un deje nihilista, en la que nada tiene sentido y todo ocurre de manera fortuita.

Michael C. Hall lleva una vida apacible como tendero hasta que un atracador irrumpe en su casa (Goodfilms).

Pero dentro de esa vorágine violenta a la que se ven sometidos los protagonistas, en un homenaje a muchas de las grandes obras del género, no podía faltar el western. Con todos sus elementos. Hasta las espuelas, que en las botas de Don Johnson no podían faltar. Y así, como si de Wyatt Earp se tratara (1994), se incluye un más que correcto 'duelo en Ok Corral' que pone la guinda a una película meritoria y entretenida, a la que le sobra algún que otro deje inverosímil, pero que terminan por agradar. Un viaje a los ochenta para nostálgicos de una década prodigiosa.


Ficha Técnica


Título original: Cold in July

Año: 2014

Género: Thriller / Drama / Acción

Duración: 109 min.

País: Estados Unidos 

Director: Jim Mickle

Guión: Jim Mickle, Nick Damici (Novela: Joe R. Lansdale)

Música: Jeff Grace

Fotografía: Ryan Samul

Reparto: Michael C. Hall, Sam Shepard, Don Johnson, Vinessa Shaw, Nick Damici, Wyatt Russell, Bill Sage, Brianda Agramonte, Kristin Griffith, Ken Holmes

Puntuación: 6,5/10

1 comentario:

  1. Para mi es una película muy muy notable. Te sorprende con los giros que va pegando y las escenas de acción están rodadas a la perfección. Sam Shepard, como siempre, muy sobrio y convincente mientras que Don Johnson sigue siendo el gran Sonny Crockett: chulería y carisma a raudales. Un ocho le pondría yo a Frío en julio, un filme muy recomendable.

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