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miércoles, 14 de junio de 2017

'La Dalia Negra': "Nada permanece enterrado para siempre"

El 15 de enero de 1947, Estados Unidos desayunaba uno de los crímenes más macabros de su historia. Elizabeth Short, una joven actriz de películas de serie B, aparecía descuartizada en Leimet Park, Los Ángeles. Short había sido mutilada a la altura de la cintura, le habían dibujado una sonrisa de Glasgow y su sangre estaba desecada. La escena dantesca hizo correr ríos de tinta entre la prensa de la época. Nacía uno de los asesinatos más desconcertantes de la historia reciente estadounidense. Nacía: La Dalia Negra.

Así se apodó a Short por su vestimenta y así será recordada para la posteridad. Su trágica historia ha servido de base para relatos, obras y películas como la que hoy nos ocupa. El filme homónimo dirigido por Brian de Palma en 2006 y que adapta, con muchísimos altibajos, la novela de James Ellroy, el mismo que facturó L.A. Confidential con la que es imposible no compararla. Comparación, por otro lado, en la que la cinta de De Palma sale vapuleada. Porque, mientras la primera se mete de lleno en todo el contexto de la época, la segunda apenas pasa por encima.


Puestos en situación, la película narra la investigación de la muerte de Short (Mia Kirshner) llevada a cabo por Bucky Bleichert (Josh Hartnett) alias 'Hielo' y Lee Blanchard (Aaron Eckhart) alias 'Fuego'. Antiguos exboxeadores metidos a investigadores, comparten trabajo, afición y amor por Kay Lake (Scarlett Johansson), antigua novia de un gángster muy unido a Blanchard, su actual pareja.

A medida que las pesquisas sobre el asesinato de la Dalia avanzan, también los viejos fantasmas de uno y otro hacen acto de presencia. La amistad se deteriora entre los bajos fondos angelinos donde se mezclan personajes turbios, de baja estofa, con la alta sociedad y una femme fatale como Madeleine Linscott (Hilary Swank) que termina de enturbiar la investigación.

De Palma y el reparto, salvados por la ambientación

Con un reparto, a priori, sobrado y una historia fascinante, el filme de De Palma tenía todos los ingredientes para ser una película de época. Sin embargo, la adaptación, el guión en sí, es un absoluto fracaso. Tal es así que al propio Ellroy reconoció sentirse desconcertado por la película. Y ello porque La Dalia Negra se pierde entre tanto giro de guión. No hay continuidad en una historia que no necesitaba retoques, porque su envergadura y todo lo que rodeó al asesinato lo pone fácil.


El propio De Palma, cámara en mano, está irregular. El director es capaz de lo mejor, como en Los intocables de Elliot Ness o El precio del poder; y de lo peor, como en el caso de Femme Fatale o Misión a Marte. Aquí, desgraciadamente, la película cae del lado malo.

A ello también contribuye un reparto perdido. El primero, Josh Hartnett. Si en El caso Slevin demostraba ciertas dotes, en La Dalia Negra le pesa demasiado ser el protagonista. Su compañero, Aaron Eckhart, está mucho mejor en los pocos momentos que aparece, para desgracia del espectador. Eckhart se lo come, literalmente. Y en el lado femenino, muy desiguales Scarlett Johansson, floja en su rol, y Hilary Swank, que demuestra no estar hecha para papeles de femme fatale.

Sin embargo, cuando todo parece estar perdido, aparece Vilmos Zsigmond, encargado de la fotografía (nominada al Oscar por cierto) y el equipo de vestuario para salvar del naufragio a De Palma y los suyos. Porque, al César lo que es del César, la ambientación es espectacular. Puro cine negro. Pese al mal guión y las interpretaciones, uno se empapa de ese humo nervioso de los cigarros que caen uno tras otro ante la imposibilidad de atrapar al asesino. O se mete de lleno en las calles de Los Ángeles, que volvía a vivir la época dorada del Hollywood clásico. Un Los Ángeles, por otro lado, entregado al vicio, la corrupción política y policial y la adoración del dinero.

El triunfo en ese apartado se entiende cuando ves que Zsigmond también fue el responsable de la fotografía de películas como El Cazador o Defensa. Un currículo nada despreciable. Y gracias a él, a la historia en sí de la Dalia y todo lo que rodeó a su asesinato, la película puede llegar a disfrutarse por momentos.

'American Horror History'

El filme, pues, es lo que es. No tiene más. Pero la historia de Elizabeth Short supera con creces a la ficción. Oficialmente, el caso sigue abierto, aunque en La Dalia Negra se permiten la licencia de dar un final, apoyándose en las revelaciones hechas por el investigador privado Steve Hodel en 1999. Pese a que nadie fue arrestado jamás por el macabro descuartizamiento de Short, Hodel, que estuvo en el Departamento de Policía de Los Ángeles, apuntó a su padre, Georges Hill Hodel, como el asesino.

Una conjetura, sin duda, atractiva para los amantes del misterio. El crimen de la Dalia también ha sido recogido en la primera temporada de American Horror History. Quizá con más acierto que la película de De Palma y con Mena Suvari dando vida a Short. Sea como fuere, la cinta de 2006, como el capítulo de la serie, tiene el suficiente atractivo para fascinarnos (que se entienda bien esto) por la truculenta historia de la pobre Elizabeth Short. Y si os sabe a poco el trabajo de De Palma o la propia novela de Ellroy, este documental sonoro es, casi, una pieza de coleccionista para revivir la historia de la Dalia.




Ficha Técnica


Título original: The Black Dahlia

Año: 2006

Duración: 115 min.

Género: Thriller / Cine Negro / Crimen

País: Estados Unidos Estados Unidos

Director: Brian De Palma

Guión: Josh Friedman (Novela: James Ellroy)

Música: Mark Isham

Fotografía: Vilmos Zsigmond

Reparto: Josh Hartnett, Scarlett Johansson, Aaron Eckhart, Hilary Swank, Mia Kirshner, Mike Starr, Fiona Shaw, Rose McGowan

Premios: 2006: Nominada al Oscar: Mejor fotografía
                2006: Festival de Venecia: Nominada al León de Oro

Puntuación: 6/10

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