Páginas

martes, 21 de agosto de 2018

'Misión Imposible: Fallout': McQuarrie-Cruise, en la cima del cine de acción

La saga Misión Imposible no para de dar buenas noticias. Allá por 2015, Christopher McQuarrie se hacía con las riendas del proyecto de Nación Secreta con un espectáculo visual y narrativo más que notable. Tom Cruise brillaba con luz propia y los dos devolvían la dignidad a la franquicia con una película redonda.


Tres años después, el tándem McQuarrie-Cruise repite fórmula con Misión Imposible: Fallout. El show comienza donde se quedó Nación Secreta. Apenas hay innovación porque, entre otras cosas, no hace falta. La quinta entrega era tan buena que la sexta (Fallout), con los mismo ingredientes, logra ser una obra magnífica en el apartado visual, narrativo y, sobre todo, de entretenimiento. La pareja artística McQuarrie-Cruise se coloca en la cima del cine de acción con esta película.

Ya se sabe que cuando algo funciona, mejor no tocarlo. Si acaso, unas pequeñas pinceladas que en este caso mejoran el producto final. Y así, Misión Imposible: Fallout arranca con una misión fallida del equipo de Ethan Hunt (Tom Cruise). A partir de ahí, con el objetivo de salvar al mundo de su enésima destrucción nuclear, se inicia una operación donde nada ni nadie son lo que parecen; los espías se venden al mejor postor; la CIA el MI6, los terroristas y lobos solitarios se mezclan en cada plano y las persecuciones vertiginosas, explosiones y peleas se apoderan de la pantalla. Todo ello al servicio del entretenimiento puro y duro.


Al reparto de (casi) siempre -los Simon Pegg, Ving Rhames, Rebeca Ferguson y Alec Baldwin- se suman nuevos rostros como Vanessa Kirby, Angela Basset y un gran Henry Cavill que ralla la perfección junto a Cruise. Repite como villano de villanos Sean Harris en el papel de Solomon Lane, que le viene como anillo al dedo. Y un reparto en esta de gracia, que rebosa química y complicidad, es garantía de éxito. Sobre todo si trabajan con un guión que, a pesar de sus casi dos horas y media de metraje, rebosa frescura. Con todo ello el resultado final no puede ser más que satisfactorio.

Tom Cruise, el actor total

Capítulo aparte merece el gran protagonista de la película: Tom Cruise, el actor total. Sin dobles, filtros, ni mentiras, Cruise se pone el traje de Ethan Hunt y regala a los ojos una interpretación brillante. Domina cada aspecto de su personaje. Se le ve cómodo. Fluye. Y eso se nota con la cámara de Christopher McQuarrie como testigo.

Tom Cruise corre, pelea, lucha, ríe y hace reír. En cada faceta, lo borda. Pocos registros se escapan al actor neoyorquino, y ejemplos tiene para aburrir. Sin embargo y por desgracia, su vida privada a eclipsado en muchas ocasiones al público y la crítica de lo que realmente importa: su trabajo, que rara vez y salvo excepciones defrauda.

En Misión Imposible: Fallout sale victorioso, junto a todo su equipo. Otro verano más, la franquicia que nació en la gran pantalla allá por 1996 con Brian de Palma a los mandos, refresca la cartelera, muy huérfana de buenos títulos como casi todos los años. Y lo hace gracias a una obra efectiva y que da lo que se espera de ella: espectáculo del bueno.




Ficha Técnica


Título original: Mission: Impossible - Fallout

Año: 2018

Duración: 147 min.

Género: Acción / Espías / Saga

País: Estados Unidos Estados Unidos

Dirección: Christopher McQuarrie

Guión: Christopher McQuarrie, Bruce Geller

Música: Lorne Balfe

Fotografía: Rob Hardy

Reparto: Tom Cruise, Rebecca Ferguson, Henry Cavill, Simon Pegg, Ving Rhames, Vanessa Kirby,  Michelle Monaghan, Alec Baldwin, Angela Bassett, Sian Brooke, Sean Harris, Wes Bentley,  Frederick Schmidt, Liang Yang, Kristoffer Joner

Puntuación: 8/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario