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domingo, 10 de diciembre de 2023

'Exploradores': El placer de la imperfección

Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha sentido la necesidad de escuchar historias. Ya fuese por ampliar conocimientos o por mero entretenimiento, desde nuestros primeros antepasados hasta la actualidad, hemos sentido la curiosidad por escuchar o ver relatos contados por un tercero. El teatro, los trovadores en la Edad Media o la figura del narrador, ya fuese un miembro de la población local con gran imaginación al que se le daba bien contar historias o un forastero que relatase sus viajes y vivencias, cumplían esta función.

Con la invención del cine, se veía más que satisfecha la necesidad de conocer otros mundos, hechos que ocurrieron en el pasado o aquello que pudiese suceder en el futuro. No obstante, el arte de contar historias de forma satisfactoria no es baladí. No siempre se consigue llegar al destinatario con eficacia. Eso exige, en primer lugar, una habilidad en el narrador y, en menor sentido, una predisposición en el espectador.

Una de esas obras que, entiendo, requieren que el público se abandone y se deje llevar por una historia completamente inverosímil -como tantísimas otras que hemos visto frente a la gran pantalla- es Exploradores. El filme dirigido por Joe Dante en 1985 se cimenta sobre una idea irracional, la creación por parte de tres adolescentes, Ben -Ethan Hawke-, Wolfgang -River Phoenix- y Darren -Jason Presson-,en el sótano de uno de ellos, de una nave espacial en la que se embarcan para descubrir nuevos mundos interplanetarios.

Si algo tiene el séptimo arte es magia. Que todos tus problemas, preocupaciones o el runrún diario desaparezcan mientras disfrutas de una película, que la ficción parezca realidad y que el espectador pueda viajar hacia momentos del pasado o del futuro solo se consigue con el cine y con la literatura. Ambas expresiones del arte tienen esa capacidad, pero los resultados que consigue el celuloide son instantáneos, inmediatos.

Y en eso de contar historias, Joe Dante era uno de los buenos. Creador de maravillas como Gremlins, El Chip Prodigioso o Matinee, el director estadounidense dotaba a sus trabajos de algo especial, algo que no todos los cineastas poseen, y eso es encanto. El encanto como tal, no existe en las escuelas de directores. O tienes esa capacidad para plasmarlo en tu obra o no la tienes, no hay más. Y como atributo puede no parecer gran cosa desde el punto de vista artístico, desde un punto de vista puramente cinematográfico. Pero puede tapar algunas carencias. Y este es uno de esos casos.

Porque Exploradores tiene muchos puntos débiles. Partiendo de una premisa irreal pero muy interesante e incluso atractiva, el desarrollo de la idea no es acertado. El comienzo es prometedor, pero a medida que avanza se le ven las costuras a la película. De los tres personajes principales -Ben, Wolfgang y Darren-, sobre los que recae el peso de la trama, no están bien desarrollados. Especialmente el caso de Darren, del que al inicio se deja entrever problemas familiares en los que luego no se ahonda, dejando a dicho personaje incompleto. El personaje de Dick Miller, como un piloto de helicóptero, que tiene dos frases con calado que parece que le van a dar más peso en la trama y de repente, desaparece de la misma.

El filme prescinde de cualquier historia secundaria así como de todas las posibles motivaciones de parte de los protagonistas. La explicación a este hecho se encuentra en la sala de montaje, ya que más de una hora fue desechada del montaje final provocando el enfado de Joe Dante. Y aún así, funciona. ¿Por qué? Porque tiene mucho encanto. 

Desde los efectos especiales ochenteros a cargo de un maestro en la materia como es Rob Bottin, la banda sonora de un histórico como Jerry Goldsmith y el trabajo de unos intérpretes que se ponían frente a la cámara, Exploradores posee una inocencia que la hacen tremendamente atractiva para el espectador. Este empatizará con la amistad entre los tres adolescentes, inadaptados en el instituto y que encuentran en el grupo que forman la seguridad para afrontar sus problemas diarios. Disfrutará con la elaboración de la nave, con la visita nocturna al desguace y, por último, la parte en el espacio con las divertidas criaturas que encuentran.

Nos encontramos con un filme para relajarnos frente a la pantalla, pasar por encima de los defectos que tiene y disfrutar como un niño. Y quizá para los niños o adolescentes actuales sea difícil empatizar con una obra de este estilo. O quizá no, y ahí resida de nuevo parte de la magia del cine. Sea como fuere, Exploradores es un título a reivindicar dentro, no solo de la filmografía de un autor clave en los años ochenta como es Joe Dante, sino del cine juvenil y fantástico que afloró durante dicha década.


Ficha Técnica

Título original: Explorers

Año: 1985

Duración: 109 min.

País: Estados Unidos Estados Unidos

Género: Aventuras / Ciencia Ficción / Comedia / Juvenil / Extraterrestres / Amistad

Dirección: Joe Dante

Guion: Eric Luke

Música: Jerry Goldsmith

Fotografía: John Hora

Reparto: Ethan Hawke, River Phoenix, Jason Presson, Amanda Peterson, Dick Miller, Robert Picardo, James Cromwell, Dana Ivey, Danny Nucci, Karen Mayo-Chandler, Bobby Fite

Puntuación: 7/10

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