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miércoles, 18 de junio de 2014

'Amanece en Edimburgo': Refrescante musical al amparo de The Proclaimers

Cine y música, música y cine: un tándem rentable. El cine musical -siempre me confesaré amante de Hair- es un género con doble filo y más cuando su base se sostiene en los éxitos de un grupo que arrastra a legiones y legiones de fans. Primero, porque estos son muy exigentes en las adaptaciones de los temas emblemáticos de sus ídolos y, después, porque resulta complicado entrelazar diálogos con números musicales y que esta combinación no resulte pesada o inverosímil. Sin embargo por lo general, el resultado suele ser satisfactorio y el arrasar en taquilla está garantizado.

Recientemente se encuentra el ejemplo de Mamma Mia, como tributo a Abba y que sirvió para ver a Meryl Strepp y Pierce Brosnam marcándose más de un baile entrañable, mientras engordaban sus bolsillos y los de la productora. Ahora, siguiendo los mismos pasos y desde tierras escocesas, Dexter Fletcher -el sensato Soap de Lock & Stock y que debutó en la dirección con Wild Bild, trabajo reconocido con la nominación al BAFTA y el premio del Sindicato de Guionistas Británicos- dirige Amanece en Edimburgo, la adaptación cinematográfica de la obra de teatro Sunshine on Leith, estrenada en 2007 y ganadora del Premio TMA (Theatrical Management Association). Título homónimo del disco de The Proclaimers, al que se rinde un fuerte homenaje y cuyas canciones ponen banda sonora a la cinta (I'm Gonna Be - 500 Miles, Letter from America, entre otras).


En presencia de elementos clásicos del drama, la comedia y, obviamente, el musical, la película narra la historia de Davy -George Mackay- y Ally -Kevin Guthrie-, inseparables amigos y compañeros de armas que regresan de Afganistán para retomar sus vidas en Edimburgo. Allí nada ha cambiado, ya que a Ally le espera Liz -Freya Mavor-, su chica y hermana de Davy, que a su vez cae rendido ante Yvonne -Antonia Thomas-, amiga de Liz. El triángulo de amores lo completan los padres de Davy y Liz, Rab -Peter Mullan- y Jean -Jane Horrocks-, que están a punto de celebrar sus bodas de plata con entusiasmo, hasta que el pasado de Rab aparece inesperadamente en el presente para poner en jaque a toda la familia.

Peter Mullan brilla en cada escena y contagia su talento al resto del reparto (Filmax).
Con un arranque portentoso, Fletcher demuestra en cada fotograma que este género no ha pasado de moda, si no que sigue teniendo más fuerza que nunca. El cineasta británico lleva a cabo una labor de realización perfecta en cada plano, con secuencias y recursos que combinan lo mejor del drama con la comedia, todo ello aderezado con números musicales que encajan de forma sobresaliente con la trama. Un argumento convencional, más o menos comercial, pero que engancha.

Jason Flemyng destaca en un rol secundario (Filmax).
La seducción de la historia también corre a cargo de un reparto a la altura del trabajo de Fletcher. En este apartado destaca sobre todos un portentoso Peter Mullan (Redención, Trainspotting), que da vida a Rab, el hilo conductor de la película. Mullan es de esos actores que sin hacer ruido conmueve, llega y toca una fibra que muy pocos compañeros de profesión son capaces de realizar. Su soberbia presencia en pantalla empapa al resto de actores, muy correctos en sus interpretaciones, salvo Antonia Thomas, la nota más floja de la cinta. Todo lo contrario que Jason Flemyng (El curioso caso de Benjamin Button, Lock & Stock), el cual se reserva uno de los números musicales para completar el elenco con un rol secundario pero efectivo -como el pequeño sobrino de Ally, un personaje tan simpático como los chicos de Wilburn se quiere suicidar o Millones-.

Testigo excepcional de la historia es la ciudad de Edimburgo, a la que se rinde también cierto tributo. Fastuosos planos aéreos de la ciudad y su entorno -tanto de día como de noche- contribuyen a canalizar la magia que despliegan los interpretes con su entretenidos y divertidos números musicales. Brillante labor fotográfica que en más de una ocasión deja la boca abierta.

Costumbrismo

Con Amanece en Edimburgo estamos ante un sobrio musical que, de cuando en cuando, se presentan en las pantallas para endulzar la cotidianidad del día a día. Cierto es que la intriga del filme es prácticamente nula y su desenlace es más que evidente, pero es una de esas ocasiones en que el cuerpo te pide que pase lo que perfectamente se sabe que va a ocurrir -una sensación similar a, por ejemplo El lado bueno de las cosas-.

Los números musicales están a la altura de otros clásicos del género (Filmax).

Los protagonistas regresan de Afganistán a Edimburgo (Filmax).
Aparte de la música y el trabajo interpretativo, el filme derrocha costumbrismo por los cuatro costados. Como en otras películas (Ocho apellidos vascos, Bienvenidos al Norte, Oriente es Oriente), la segunda obra de Fletcher explora en las rutinas regionales y los complejos de los personajes y la sociedad. A través del sarcasmo y la ironía, el enfrentamiento Glasgow-Edimburgo o Inglaterra-Escocia se hace patente a lo largo de la trama para sacar más de una sonrisa. Aspectos por los que el británico bucea para posteriormente pasar de puntillas por otro tipo de dramas; como el regreso a la normalidad de los dos protagonistas masculinos tras presenciar y participar en el conflicto bélico de Afganistán.

Con sus más y sus menos, lo cierto es que estos acertados enganches costumbristas se mezclan entre las escenas rítmicas y las reflexiones sobre el amor -posible a cualquier edad y sin importar la generación-, la amistad y el poder de la familia; concluyendo en un refrescante musical que, a las puertas del verano, se agradece que invada las distintas carteleras.


Ficha Técnica


Título original: Sunshine on Leith

Año: 2013

Género: Musical / Comedia-Romántica / Drama-Romántico

Duración: 100 min.

País: Reino Unido 

Director: Dexter Fletcher

Guión: Stephen Greenhorn

Música: Paul Englishby

Fotografía: George Richmond

Reparto: Peter Mullan, Antonia Thomas, Jason Flemyng, Freya Mavor, Jane Horrocks, Paul Brannigan, George MacKay, Kevin Guthrie, John Spence, Robert Yates

Puntuación: 7,5/10

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