martes, 1 de noviembre de 2022

'Agárrame esos fantasmas': El asesino en serie del más allá

Lo paranormal y sobrenatural atraen al ser humano desde tiempos inmemoriales. Espíritus, fantasmas, seres de inframundo... El más allá, ya sea desde un punto de vista teológico, cultural o folclórico capta la atención con un chasquido. Muchas veces ese interés ha dado como fruto textos o investigaciones divulgativas en las que sumergirse y seguir alimentando la fascinación hacia el otro lado. Otras veces ha sido utilizado como un vehículo para ganar dinero, sin más.

Charlatanes que han aprovechado el atractivo de lo mitológico los ha habido, los hay y los habrá. Conseguir un beneficio económico a través de esta vía no es algo baladí, ya que como sociedad cada vez somos más reacios a imbuirnos en estos temas. Pero los embaucadores están ahí, esperando despertar nuestra curiosidad y sacar rédito de ello.

Frank Bannister -Michael J. Fox- es un ejemplo de ello en la simpática Agárrame esos fantasmassexto trabajo detrás de las cámaras de Peter Jackson. Bannister es un tipo con facultades para poderse comunicar con espíritus del más allá. Con la ayuda de Stuart y Cyrus -Jim Fyfe y Chi Mcbride- dos almas perdidas, dos muertos que aún no han hecho el viaje al otro mundo, Frank se gana la vida aprovechando el dolor de sus vecinos de Fairwater. Sin embargo, su rutina se tambalea cuando una serie de inexplicables muertes le sitúan como principal sospechoso.

La película transita entre la comedia, el terror y lo fantástico. Casas encantadas, una sociedad asustada y el espíritu de un asesino en serie, el de Johnny Barlett -Jake Busey-, que desde el más allá y con la ayuda de su novia Magda sigue cometiendo fechorías y diezmando a la población de la pequeña localidad costera de Fairwater.

En este sentido, nos encontramos ante un filme muy dinámico y entretenido. Bien es cierto que los efectos especiales utilizados ayudan mucho en el aspecto técnico y casi treinta años después de su estreno, no se puede decir que haya envejecido mal. En cuanto a la narración, la obra comienza de forma muy ligera, con una mayor presencia de los espíritus que ayudan al protagonista y de otros que, si bien no aportan mucho en la trama, dejan su poso en el sentido cómico. Tales son los casos de Robert Lee Ermey, copiando su icónico papel de sargento instructor en la mítica La chaqueta metálica o de John Astin como un juez del antiguo oeste americano.

Posteriormente, la película adquiere tintes más oscuros, con  la aparición de ese ser infernal, Johnny Barlett, que no deja títere con cabeza -o sin corazón, en este caso-. Peter Jackson aprovecha esta parte para explicar la relación entre Barlett y su amada y sale muy bien parado, con un tono semidocumental y como si estuviese retratando a los mismísimos Bonnie and Clyde o a Raymond Fernández y Martha Beck, los famosos asesinos de los corazones solitarios. Parejas que encontraban el amor y el frenesí a través de la violencia y el crimen. Las escenas de los asesinatos en el hospital confieren al filme un toque tétrico muy necesario para hacer balance con la parte cómica del mismo.

Peter Jackson: Del cine de culto a la épica comercial

The Fighteners -título original e infinitamente superior a su traducción al español- es una obra que en sí misma explica el cambio en la carrera del cineasta Peter Jackson. El neozelandés era una especie de director de culto, cuyas primeros trabajos habían atraído la atención de los amantes del cine fantástico e incluso gore. 


Braindead o Mal gusto le dieron un nombre dentro de este circuito. Con Criaturas celestiales dio un paso más, abandonando -algunos dirán que traicionando- sus orígenes y con Agárrame esos fantasmas abrazó el cine comercial que después le daría fama, precios y grandes cantidades de dinero con el universo de El señor de los anillos.

Lo que nunca ha abandonado Jackson es su amor por el séptimo arte. Eso se ve en cualquiera de sus trabajos. Se trata de un director diferente, posiblemente, y salvando las distancias, uno de los herederos más claros de Steven Spielberg ya que combina la narración y el espectáculo a partes iguales. Como apunte curioso, el propio Jackson hace un cameo en la película, chocando con Frank Bannister en la calle.

La película no solo merece una parte de tu tiempo por su dinamismo y entretenimiento sin pretensiones, sino también por ser la última película como protagonista de Michael J. Fox, un actor al que todos llevamos en el corazón por la trilogía de Regreso al futuro. En esta ocasión cumple y con creces, ya que a pesar de dar vida a un embustero, consigue ganarse la simpatía del espectador desde el primer minuto.

En definitiva, Agárrame esos fantasmas es una muy buena opción para sentarse frente al televisor y disfrutar de un cine sin artificios, directo. Entretenimiento de calidad que, además, al tratarse de una película para todos los públicos, puede servir de acercamiento para los más pequeños de la casa al cine de terror. Y, por qué no, una oportunidad para disfrutar de un Michael J. Fox que ya había demostrado en más de una ocasión ser mucho más que Marty McFly. 

 

Ficha Técnica


Título original: The Frighteners

Año: 1996

Duración: 110 min.

Género: Comedia / Terror / Asesinos en serie / Fantástico

PaísPaís: Nueva Zelanda Nueva Zelanda

Dirección: Peter Jackson

Guión: Fran Walsh, Peter Jackson

Música: Danny Elfman

Fotografía: Alun Bollinger, John Blick

Reparto: Michael J. Fox, Trini Alvarado, Jake Busey, Jeffrey Combs, Chi McBride, Elizabeth Hawthorne, Jim Fyfe, John Astin, Robert Lee Ermey, Melanie Lynskey, Troy Evans, Angela Bloomfield, Peter Dobson

Premios: 1996: Festival Fantástico de Sitges: Mejores efectos especiales

Puntuación: 7/10

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