Amor y odio. Odio y amor. Hay personas en nuestras vidas capaces de trazar un arco entre ambos sentimientos. Despertar pasiones, desatar la guerra o ambas cosas a la vez. Saltar de un extremo a otro. Y entre medias de ese viaje, toda una aventura donde se va dibujando nuestra experiencia de vida.
Cuando te enamoras de alguien siempre quieres creer que es la persona definitiva, con quien envejecerás y recorrerás este camino hasta el final de tus días. La idolatras, la haces una prolongación de ti. Física y emocionalmente. Y aunque en el camino haya baches, tratas de seguir adelante, de continuar contra viento y marea. Llegas a obligarte. No importan los muros.