viernes, 2 de julio de 2021

'The Doors': Oliver Stone parte y reparte a un Kilmer-Morrison de leyenda

"Muéstrate a ti mismo ante tu más profundo miedo; después de eso, el miedo ya no tiene poder y eres libre". "¡Soy el Rey Lagarto. Yo parto y reparto!". "De hecho, no recuerdo haber nacido, debió haber ocurrido durante una de mis borracheras". "Quien controla los medios de comunicación, controla las mentes". "Me veo a mi mismo como un humano inteligente, sensible, con el alma de un payaso que me obliga a volar en los momentos más importantes". 

3 de julio de 1971, hace hoy cincuenta años. Pamela Courson encuentra muerto a James Douglas 'Jim' Morrison en el piso de ambos en Le Marais, París (Francia), donde vivían juntos. Muere el hombre, nace el dios, la leyenda, el mito. Jim Morrison, la voz de The Doors, de la rebelión contracultural hippie de los sesenta, como dijo Ray Manzarek (el auténtico alma del grupo). Otra muesca en ese maldito grupo de los 27

¿Pero fue realmente eso Morrison, esa deidad, o solamente y utilizando sus palabras, un payaso? Pues no lo sé. Quizá un poco de todo y nada a la vez. Lo único cierto es que cincuenta años después de su muerte, aquella no fue el final, mi único amigo, sino el comienzo. No sé de qué, pero que es trascendental, estoy seguro.

Medio siglo después, tú pones cualquier tema de The Doors y de repente te elevas, creces. Es una especie de viaje sin necesidad de ácido, a otro mundo, a otro lado. Es algo lisérgico. 'Come on baby light my fire'. Y esa llama no se ha apagado. Todo lo contrario. 

Como en la presentación de uno de sus temas más brutales (Roadhouse Blues): From Los Ángeles, California: desde la costa oeste para todo el planeta tierra. No se sienten, simplemente déjense llevar por este chute vibracional de Morrison, Manzarek, Krieger y Densmore, que en 1991 llevó al cine otro tipo diferente: Oliver Stone, quien a su vez eleva a los altares a un actor igual de carismático, icónico y peculiar: Val Kilmer, en la película homónima que es toda una experiencia sensorial. Garantizada, fíense


Riders on the Storm
Estoy escribiendo estas líneas y siento ese subidón que Stone proponía hace treinta años, recogiendo el testigo, la esencia de la banda californiana. "Hay cosas conocidas y cosas desconocidas, y en el medio están The Doors", dejó para la posteridad Jim Morrison. Y es verdad. Con The Doors, las puertas de la percepción quedan abiertas de par en par. La entrada a un mundo psicodélico para unos, auténtico para otros. 


Oliver Stone recoge toda esa adrenalina y la lanza a través de un reparto coral, espectacular y bárbaro, empezado como decía, por un apabullante Val Kilmer. Morrison reencarnado. ¡Qué animalada de interpretación! 

Claro que le secundan gente como, Meg Ryan, Kevin Dillon, Kyle MacLachlan, Frank Whaley, Michael Madsen, Billy Idol, Kathleen Quinlan, Michael Wincott, Josh Evans, Crispin Glover o Mimi Rogers, sin obviar el cameo habitual del mejor Stone, el de mediados de los ochenta, principios de los noventa.


Todos ellos, los personajes y los actores, son 'Jinetes en la tormenta' cinematográfica que se desata durante poco más de dos horas. Un tiempo donde ocurre de todo; con altibajos, por supuesto; pero siempre a un nivel notable de entretenimiento y enseñanza. No es un biopic al uso y sí lo es. Cien por cien aroma Morrison. Todo y nada al mismo tiempo. Agudiza los sentidos, unifica tu cuerpo y solo así alcanzarás a disfrutar una película que eleva el arte a la séptima potencia.

Sexo, drogas y rock & roll

Porque si algo tiene The Doors, el trabajo de Oliver Stone, es subjetividad pura y dura. Cada uno va a sacar sus propias conclusiones y el director no te trata de convencer de nada. El nacimiento del grupo, el 'bocazas' de Morrison, sus cuitas con la Justicia, sexo, drogas y rock & roll. Los momentos más icónicos de la banda, la sesión de fotos con Annie Leibovitz, Andy Warhol... No falta nada.

 

Jim fue el prototipo de estrella de su tiempo. Hipersexualizado, un Apolo de carne y hueso. O Narciso, dependiendo del día. Poeta sensible, cantante salvaje, mesías embrutecido. Movía masas a lo ancho del planeta, llevando a la música a otro nivel artístico, nunca antes visto. Rock literario, algo apoteósico. Tal vez un adelantado a su tiempo. Incluso a veces, algo mediocre. ¿Y no somos todo eso a lo largo de nuestra vida? Pues sí, sin necesidad de peyote, LSD o chamanes varios. Todos los arquetipos en uno: Jim Morrison.

La autenticidad del líder de The Doors, distorsionada por los alucinógenos. Y aún así, insisto, aquí me tiene recordando su legado y una película, sin ser obra maestra, que ocupa un puesto especial en la estantería de mi casa.  


Ficha Técnica


Título original: The Doors

Año: 1991

Duración: 135 min.

Género: Biográfico / Música / Drama

País:  Estados Unidos Estados Unidos 

Dirección: Oliver Stone

Guion: Randal Jahnson, Oliver Stone

Música: Olivia Barash. Canciones: The Doors

Fotografía: Robert Richardson

Reparto: Val Kilmer, Meg Ryan, Kevin Dillon, Kyle MacLachlan, Frank Whaley, Michael Madsen, Billy Idol, Kathleen Quinlan, Michael Wincott, Bruce McVittie, Dennis Burkley, Josh Evans, Costas Mandylor, Crispin Glover, Mimi Rogers, Sam Whipple, Josie Bissett, Kelly Hu, Titus Welliver, Sean Stone, Oliver Stone

Puntuación: 8/10

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