miércoles, 9 de enero de 2019

'Brexit: The Uncivil War': "Todo el mundo sabe quién ganó, pero no todos saben cómo"

El 23 de junio de 2016 los británicos decidieron, contra todo pronóstico, salirse de la Unión Europea merced al referéndum impulsado por el entonces primer ministro, David Cameron, partidario de la permanencia. Aquella decisión, conocida como el Brexit, acabó con la carrera política del propio Cameron, pero sobre todo, hizo tambalear -todavía hoy se siente- el proyecto comunitario, formulando un sin fin de preguntas.

Cuestiones que, desde la ficción, viene a responder Brexit: The Unicivil War, la película de HBO estrenada directamente en la plataforma digital y con Benedict Cumberbatch como maestro de ceremonias. Él es Dominic Cummings, el principal ideólogo de la campaña a favor de salir de la Unión Europea. Desde dentro, mirando a cámara, como una especie de testimonio del desastre, despedaza a todo el sistema político británico. Y lo que es peor: a todo el sistema occidental.


Con un breve resumen del bagaje del Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial, la película nos sitúa 275 días antes del referéndum que está a punto de formular la mayor pregunta de la historia del país: dentro o fuera. Gracias a su ritmo endiablado y al brutal trabajo interpretativo de Cumberbatch, estás metido de lleno en todo el proceso político que ha hecho saltar por los aires la credibilidad de la Unión Europea.

En materia de cine político y cuasi periodístico, Benedict Cumberbatch es un filón. Ya lo demostró en El quinto poder. El actor británico posee un magnetismo al alcance de muy pocos. Sus gestos, su voz, su presencia inundan la pantalla. Se impone en cada secuencia. Domina cada renglón de guión, y con él en pantalla es prácticamente imposible no rendirse ante la evidencia de un magnífico actor.

Valioso contenido

Pero más allá del trabajo artístico de Cumberbatch y el resto del reparto y equipo técnico, el valor de Brexit: The Uncivil War está en su contenido. En su desarrollo argumental no importa tanto el quién, sino el cómo. De qué manera los británicos se dejaron llevar por esa ola de antieuropeismo que se ha contagiado a otros países como Francia, Italia o la misma España. Y la radiografía de este trabajo de la HBO da mucho miedo. Una imagen muy desalentadora de lo que está por venir.

Cumberbatch da vida a Dominic Cummings, el ideólogo de la campaña a favor del Brexit (HBO).

Porque la película apunta a que el cáncer de Occidente se ha originado desde dentro. Desde las entrañas del sistema, el virus se ha extendido por todo el continente. Una ola de populismo, odio y rencor se ha apoderado de la masa, aprovechando el olvido y desprecio a la ciudadanía por parte del establishment. Y lo peor de todo es que no es algo original. De nuevo triunfa esa añoranza por el pasado. La nostalgia por "tomar el control" frente al 'enemigo' externo.

La política del sentimiento

Los lobbys, partidos y gurús políticos se han lanzado al eslogan fácil, conciso y directo de la melancolía por tiempos mejores. Una condición innata al ser humano y que se da en todas las generaciones. Cualquier tiempo pasado fue mejor. Esto antes no pasaba. Y un largo etcétera. Lo vemos en la cultura -nostalgia por el cine y las series de los ochenta, por ejemplo- la economía, la moda...Todo tiene un aire vintage que se encuentra instalado directamente en las emociones, no en la razón.

Los políticos británicos aparecen muy mal parados en la película de Toby Haynes (HBO).

Y hacia los sentimientos fueron directamente los partidarios de la salida de la Unión Europea. Algo que han olvidado los partidos tradicionales. Si bien ahora están viendo esta oportunidad y se disfrazan de novedad y modernismo. Cuando no dejan de ser lo mismo de siempre. Sin embargo el monstruo se ha hecho cada vez más grande, incontrolable, alimentado por la fuga de datos que nosotros mismos hemos dado a las grandes corporaciones, redes sociales y a señores que no han sido elegidos por nadie. El cáncer de la falsa democracia se ha hecho viral y amenaza con metástasis de todo un sistema que se viene abajo.

Todo esto aparece en Brexit: The Uncivil War. Ya digo, que produce entre rabia, dolor y desasosiego.  Además retrata de forma caricaturesca a personajes reales de la política británica. Muy mal parados salen Boris Johnson, Nigel Farage o el propio Cameron. Mentecatos que, desgraciadamente, tienen sus homólogos en otros países de Europa y del mundo. Un establishment al que no ha gustado el trabajo de Toby Haynes.


De ahí la utilidad de la obra de un director que sigue la senda de un presente apocalíptico como ha hiciera dirigiendo capítulos de Black Mirror. Su pulso narrativo es más que notable, si bien algunos movimientos de cámara resultan mareantes y excesivos. Pero es que el sistema de hoy es así. Vertiginoso, extremo y exagerado. La política se ha reducido al absurdo y como cerdos nos hemos dejado arrastrar al barro.

Todavía hay tiempo de rectificar. Brexit: The Uncivil War es un aviso de cómo parar el extremismo y la polarización al que nos han dirigido nuestros dirigentes con nuestro consentimiento. No lo desaprovechemos.


Ficha Técnica


Título original: Brexit: The Uncivil War (TV)aka

Año: 2019

Duración: 92 min.

Género: Hechos Reales / Intriga / Política

País: Reino Unido Reino Unido

Dirección: Toby Haynes

Guión: James Graham

Música: Daniel Pemberton

Reparto: Benedict Cumberbatch, Rory Kinnear, John Heffernan, Liz White, Kyle Soller, Lee Boardman, Oliver Maltman, Jay Simpson, Mary Antony, Michael Burhan, Yann Morine,  Heather Coombs, Gabriel Akuwudike, Gavin Spokes, Ross Hatt, Andrew Barclay

Puntuación: 9/10

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