jueves, 9 de septiembre de 2021

'Paro clínico': "O pasas de las normas o las normas acabarán contigo"

El Departamento de Asuntos de los Veteranos de los Estados Unidos gestiona el sistema de beneficios a los que tienen derecho los veteranos de guerra, en cuanto a su condición como tal. Dado el historial militar de Estados Unidos maneja un jugoso presupuesto que, sin embargo, se ha ido mermando poco a poco. Lo que se conoce como recortes. Cosas de la burocracia y los héroes de guerra abandonados como perros apestados.

El caso es que entre esos beneficios se encuentran servicios sociales, médicos y clínicos, tanto para el veterano como sus familiares y sobrevivientes. En un país como Estados Unidos, donde sin seguro médico no vas a ningún lado, con una sanidad pública paupérrima, estos beneficios se antojan vitales para aquellos que quedaron fuera de juego por sus heridas de guerra.

Sin embargo, salvo que la enfermedad, dolencia o patología esté relacionada con el servicio militar, un veterano no es elegible para los beneficios hospitalarios, y por tanto, necesitará el seguro privado. Es lo que se conoce en la jerga militar como 'Article 99', título homónimo, además, de la película dirigida por Howard Deutch en 1992 y que se tradujo como Paro clínico.

Una cinta de denuncia social, con tienes de comedia y una pléyade de intérpretes en el reparto encabezado por Kiefer Sutherland, Ray Liotta, Forest Whitaker, John Mahoney, Lea Thompson, Eli Wallach, John C. McGinley, Keith David y Sherri Roulette-Mosley, entre otros. Delicatessen noventera, se puede decir.

Deutch venía de cosechar cierto éxito con su ópera prima: La chica de rosa, y algunos capítulos de Historias de la cripta (posteriormente también se adentraría en series como True Blood, The Strain o American Horror Story). Tal vez Paro clínico sea su título más reconocido en cine, donde cuenta la historia del doctor Peter Morgan (Sutherland), quien empieza sus prácticas en un Hospital de Veteranos, como paso previo y necesario para su verdadero sueño: una consulta privada que reporte sus correspondientes beneficios.

Una vez en el Hospital, adiós a los sueños de la carrera. Allí se percata del caos que reina en el centro, donde la burocracia se impone a la salud de los pacientes, merced a un gerente (John Mahoney) que aplica las estrictas medidas de recorte de Washington, donde busca el retiro dorado hacia su jubilación. Morgan se topará de bruces con la política más cruel, pero gracias al doctor Sturgges (Liotta) recordará porque se metió en esto de la medicina.

Y es que 'Stu', con un gracejo y amor a la profesión sin igual, se las apaña junto a otros médicos  (Whitaker, McGinley y Thompson) para saltarse las restrictivas normas del centro, y salvar las vidas de sus veteranos, corriendo el riesgo de ser expulsados de la profesión. Porque ya se sabe: "O pasas de las normas, o las normas acabarán contigo".

Liotta y Sutherland defienden la Sanidad

Paro clínico es un alegato de defensa a la sanidad pública y el respeto a unos militares que se entregaron a un país que les ha dado la espalda. Un 'guantazo' a esos burócratas que ven la salud como un negocio, donde el coste necesario son las vidas de sus veteranos.


El punto de partida y su tratamiento son más que correctos, pero el fallo es que termina no tomándose en serio, recurriendo al camino fácil de buenos y malo. Esa sensación de 'americanada' te atrapa hacia la parte final, llegando a situaciones inverosímiles que tapan poco a poco el buen arranque y el trabajo de sus estrellas.

Es verdad que tiene ese corte noventero, con actores en estado de gracia, que me resulta magnético. Su poco más de hora y media de duración es disfrutable, desde luego, pero deja ese poso ciertamente ridículo, de ver escenas tan rocambolescas, que le hacen perder el fuelle. Esas cosas que tenía el cine comercial de principios de los noventa, al que le daba igual el hilo argumental con tal de quedar bien con el público, brindando un final feliz.


Los Gomers
Si habéis leído La Casa de Dios, la novela satírica de Samuel Shem en 1978, recordaréis que en las Urgencias del Hospital temían a los 'Gomers', esos ancianos con patologías de todo tipo, ninguna de ellas para causar la muerte, pero por la que el paciente exigía un concienzudo tratamiento. Y todo buen médico que se precie ha de quitarse de encima a los 'Gomers', quienes sirven de argumento a la administración para aplicar sus recortes.


Ron Cutler, guionista de Paro clínico, juega con esta idea, si bien con mucho menor acierto que Shem. Es más, de comedia no hay nada en su aproximación. Todo lo contrario. Y el Gomer mayor del reino es Eli Wallach, con quien Sutherland entabla amistad, pese a las advertencias de sus compañeros.

No esperaba tampoco una similitud, pero sí se me hace bola el tinte lacrimógeno en este punto. Más aún en una película que, insisto, no termina de tomarse en serio. Fallo menor, que gracias a personajes como el veterano Keith David, podemos pasar por alto.


Dicho esto, Article 99 queda perfilada con las notas de Danny Elfman, que acompañan con sutileza gran parte del metraje. Tal vez no era la película que se merecían los sanitarios ni veterano estadounidenses, pero visto con perspectiva, conviene echarle un ojo y disfrutar entre algodones, de unos actores magníficos. Dicho queda. 


Ficha Técnica 


Título original: Article 99

Año: 1992

Duración: 98 min.

Género: Drama / Comedia

País: Estados Unidos Estados Unidos

Dirección: Howard Deutch

Guion: Ron Cutler

Música: Danny Elfman

Fotografía: Richard Bowen

Reparto: Kiefer Sutherland, Ray Liotta, Forest Whitaker, John Mahoney, Lea Thompson, Eli Wallach, John C. McGinley, Keith David, Sherri Roulette-Mosley, Kathy Baker, Troy Evans, Noble Willingham, Granvile O’Neal, Julie Bovasso, Lynne Thigpen, Leo Burmeste

Puntuación: 7/10

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