viernes, 12 de noviembre de 2021

'El vientre del mar': La puesta en escena salva a Villaronga del naufragio

Junio de 1816. La fragata Alliance, de la Marina francesa, embarranca ante las costas de Senegal. Como los botes salvavidas son insuficientes se construye una precaria balsa en la que obligan a subir a 147 hombres, mezclados entre soldados, marineros, oficiales y pasajeros, que deben ser remolcados hasta la orilla. 

Sin embargo el plan de rescate no sale como estaba previsto. La balsa empieza a adentrarse mar adentro y el pánico se apodera de las 147 almas que quedan abandonadas a la deriva. Da comienzo así una lúgubre aventura, donde reina el caos, la locura, el hambre... Y ya no se sabe quienes están muertos y quienes vivos, siendo la propia muerte una salvación para estos pobres desgraciados.

Un episodio de la historia contemporánea retratado en la obra maestra de la pintura del Romanticismo: La Balsa de la Medusa, del francés Théodore Géricault. Y también el hilo conductor para construir el relato de Alessandro Baricco, que ha adaptado de forma muy arriesgada a la gran pantalla el director español Agustí Villaronga, con el título El vientre del mar.

Sin riesgo no hay gloria, dicen; pero el riesgo abre la puerta también a la desgracia. Y a mitad de camino se queda esta propuesta de Villaronga. Siguiendo los parámetros de su premiada Pa negre (2010), que arrasó en la temporada de premios, el cineasta construye una película oscura, que desciende a los infiernos de la locura, con una puesta en escena brutal, muy teatral, a caballo entre el Romanticismo y el Surrealismo.

Pero se queda básicamente en lo estético, en la forma, más que en el fondo. No hay una continuidad de hechos, perdiéndose entre tanto salto espacio temporal. Todo está hilado desde el caos. Que seguramente es lo que predomina en un naufragio, pero eso en la pantalla (a mi al menos) no convence. Echo de menos cierta continuidad en el relato, pero tal vez yo no esté hecho para este tipo de obras.

Eso sí, a Agustí Villaronga le doy el mérito de sobreponerse a la escasez de medios, en una historia que suele pedir grandes efectos especiales y un ritmo más vivo (ejemplos, los que queráis). Por el contrario, ofrece una obra muy personal, como una especie de homenaje a todos aquellos que, por unas cosas u otras, fueron víctimas de la voracidad del mar. Reina la pausa, la intensidad de las miradas de dos personajes principales, que han perdido todo atisbo de humanidad.

Tal vez ese sea otro de los puntos que me atrae de El vientre del mar, el conflicto, la lucha, el pez grande y el pez pequeño. La supervivencia del hombre, cuando todo parece perdido, a costa de cualquier moralidad y ética.

Sin embargo, insisto, ese componente psicológico no tiene el ritmo que a mi me gustaría, quedando más como una obra de autocomplacencia que para ser digerida por el público. Dando por hecho que tendrá a sus espectadores, yo no estoy entre ellos.


Ficha Técnica

Título original: El ventre del mar

Año: 2021

Duración: 76 min.

Género: Drama / Hechos Reales

País: España España

Dirección: Agustí Villaronga

Guion: Agustí Villaronga. Texto: Alessandro Baricco

Música: Marcús Jgr

Fotografía: Josep M. Civit, Blai Tomàs

Reparto: Roger Casamajor, Òscar Kapoya, Mumi Diallo, Armando Buika

Premios: 2021: Festival de Málaga: Biznaga de Oro a la mejor película. 6 premios

Puntuación: 5/10

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