viernes, 19 de noviembre de 2021

'Waterloo': Los 100 días de Rod Steiger como Napoleón

En mayo de 1814, Napoléon se vio obligado al exilio en la isla de Elba, acorralado por las potencias europeas (Inglaterra, Austria, Prusia y Rusia). "Francia ha caído, pero acordaros de mí", grita un emocionado Rod Steiger, ante sus soldados, momentos antes de partir a su 'jaula' insular.

El actor se metía de lleno en la piel del emperador allá por 1970, en la superproducción italo-soviética: Waterloo, dirigida por Serguéi Fiódorovich Bondarchuk, bajo la producción del prestigioso Dino de Laurentiis. El director soviético venía de ganar el Oscar a la mejor película de habla no inglesa por Guerra y Paz; mientras que Laurentiis tenía entonces bajo el brazo, obras maestras del celuloide como La gran guerra (1959), Todos a casa (1960), Barrabás (1961) o La Biblia (1966).

Así pues, ambos unieron sus destinos en 1970, para recordar el periodo conocido como Los 100 Días, tiempo en el que Napoléon escapó de Elba y volvió a poner en jaque al continente, antes de caer derrotado definitivamente. 

El binomio Bondarchuk-Laurentiis incluía un reparto coral encabezado por Rod Steiger, perfectamente acompañado por Christopher Plummer, que daba vida al némesis de Napoleón: el duque de Wellington. Y junto a ellos: Orson Welles, Jack Hawkins o Virginia McKenna, además de un sinfín de extras sacados del mismísimo ejército de la Unión Soviética.

Y la película, dentro del género histórico, es una delicia del entretenimiento narrativo y visual. Empezando por el vestuario de época, impecable, al que añadir la inconfundible música del eterno Nino Rota -vaya títulos de crédito-, que da con la tecla ambiente para cada secuencia.

A partir de ahí, su punto fuerte es el desarrollo en sí de la batalla de Waterloo, donde se configura una especie de tablero de ajedrez, para que Napoleón (Steiger) y Wellington (Plummer) coloquen y muevan a sus piezas hasta el jaque mate final. Unas escenas de acción superlativas, donde el tiempo se acelera al ritmo de tambores y marchas. Es más, pierdes cualquier noción de éste, sumergiéndote en la contienda que cambió el destino de Europa.

Enemigos íntimos

Más allá de la lucha entre las tropas de uno y otro bando, la obra de Bondarchuk es muy sencilla en su ejecución, con una línea argumental clara y sin recovecos de ningún tipo. Una aproximación notable a la historia de dos enemigos íntimos, con el hilo conductor de una pareja de protagonistas, que ya eran todo un nombre en la industria cinematográfica, y que venían de triunfar dentro y fuera de los Estados Unidos. 

Así estaba un Rod Steiger, que venía de hacerse dos años antes con el Oscar por En el calor de la noche (1968). Éste dibuja un Napoleón temperamental, al que le pesan los años de dominio continental. Su resistencia es épica, de un ingenio al alcance de pocos. La fuerza del actor americano radica en esa portentosa voz y la gesticulación, aparte de una mirada que no deja indiferente. Un escalón por encima de aquel histórico Victor Ippolitovich, de la memorable Doctor Zhivago (1965).

Al otro lado se encontraba con un Christopher Plummer embriagador, con esa petulancia británica, y aún así admirador de su contrincante. El oscarizado actor ya había dado muestras de ese dominio de personajes históricos, con aquel Comodo en La caída del Imperio Romano (1964). Y en Waterloo nuevamente daba una lección de su talento.

Particularmente miro con nostalgia a ese cine europeo -también hollywoodiense-, que con un puñado de actores irrepetibles, y miles de extras, te hacían viajar por la historia desde el talento humano, y no una tecnología que, al menos a mi, no capta los pequeños detalles de los que está hecha la vida. Por eso conviene a menudo revisar este tipo de obras, si es que estás en mi equipo, y recordar lo que ha sido el séptimo arte con mayúsculas.


Ficha Técnica

Título original: Waterloo

Año: 1970

Duración: 132 min.

Género: Bélico / Histórico / Hechos Reales

País: Italia Italia

Dirección: Sergei Bondarchuk

Guion: H.A.L. Craig, Vittorio Bonicelli, Sergei Bondarchuk. Historia: H.A.L. Craig

Música: Nino Rota

Fotografía: Armando Nannuzzi

Reparto: Rod Steiger, Christopher Plummer, Orson Welles, Jack Hawkins, Virginia McKenna, Dan O'Herlihy, Rupert Davies, Philippe Forquet, Gianni Garko, Ivo Garrani, Ian Ogilvy

Premios: 1970: Premios BAFTA: Mejor vestuario y dirección artística. 3 nominaciones
                1970: Premios David di Donatello: Mejor película (ex-aequo)

Puntuación: 8/10

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