miércoles, 4 de enero de 2023

'Operación Fortune: El gran engaño': Guy Ritchie en piloto automático y a punto de abortar misión

Dejo dicho de primeras que me gusta Guy Ritchie. Matizo: el de Lock & Stock, Snatch, Sherlock Holmes, Operación U.N.C.L.E. y The Gentlemen. Esta última, de hecho, fue mi última y grata experiencia con el británico. Una sensación que, por el contrario, no me ha despertado Operación Fortune: El gran engaño

Y eso que había mimbres, a priori, para un buen producto. Al menos el reclamo es inmejorable. A saber, que el agente del MI6, Orson Fortune (Jason Statham), enrola en su equipo a una de las estrellas de cine del momento en Hollywood (Josh Harnett), para que los ayude en una misión encubierta para abortar la venta de tecnología de última generación, capaz de manejar el resto de máquinas y convertirse en una suerte de Skynet elevada al cubo, que ha sido robada de un almacén no tan secreto.

El intermediario de esta venta es el multimillonario y filántropo Greg Simmonds (Hugh Grant), cuya única religión es la del Dios del dinero y, para adorarle, el fin justifica los medios. Y los postores a hacerse con esta Caja de Pandora son unos cuantos tipos de dudosa moralidad.

Enredos, giros, de guion, un poco de acción, socarronería y chascarrillos varios, con algo de insinuación y provocación. El plato está servido pero, a modo de símil, a Ritchie se le ha olvidado echar sal. El gancho de la película es un tanto burdo: una máquina suprema para gobernarlos a todos ha sido robada, varias piezas forman el puzzle para resolver el misterio, salvar a la humanidad e irse de vacaciones, pero no hay una química que enganche más allá de un mero producto de entretenimiento que, a un director con semejantes películas como las anteriores, se le ha de pedir como mínimo.

Incluso hay momentos en los que de repente despiertas y dices: ¿De qué iba todo esto? Pues la narración se ha perdido entre tanto intento de sorprender con giros y reflexiones sobre un gobernado por y para el dinero, donde las acciones solidarias son meras pilas en las que lavar con jabón de lagarto la ropa sucia. Pero ni ese trasfondo es satisfactorio. 

Jason Statham está bien para dar mamporros, pero carece de todo sexappeal como para mantener un juego erótico festivo con la 'explosiva' cerebrito Aubrey Plaza (con Charlie Hunnam, por ejemplo... Harina de otro costal). Es evidente que hay intención de tonteo, pero no cuela. No obstante, ella sí está convincente en su rol y los primeros planos al micrófono son como una marcha más fuera de todo el piloto automático que ha enchufado el cineasta británico, siendo ésta la primera decepción del año. 

Igual de resultón está Josh Hartnett haciendo de la típica 'estrellita' hollywodiense; o Cary Elwes (La princesa prometida siempre hace que se le recuerde con cariño), de enlace entre el equipo de agentes y el jefe del cotarro, Eddie Marsan. 

Pero sin duda el mejor es Hugh Grant, en esta nueva faceta suya. Ya en The Gentleman me entusiasmó a las ordenes de Guy Ritchie, y aquí es el único que parece aceptar lo que hay y dejarse llevar sin más intención que participar en un producto para ver, sonreír lo justo y meter en el cajón del olvido de un director que, a pesar de todo, me sigue gustando.



Ficha Técnica

Título original: Operation Fortune: Ruse de guerre

Año: 2023

Duración: 114 min.

Género: Acción / Comedia 

País: Estados Unidos Estados Unidos 

Dirección: Guy Ritchie

Guion: Ivan Atkinson, Marn Davies, Guy Ritchie

Música: Christopher Benstead

Fotografía: Alan Stewar

Reparto: Jason Statham, Aubrey Plaza, Josh Hartnett, Hugh Grant, Eddie Marsan, Cary Elwes, Bugzy Malone, Peter Ferdinando, Lourdes Faberes, Max Beesley, Oliver Maltman

Puntuación: 5/10

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