- Richard Nixon: Cuando estás en la Presidencia, a veces tienes que hacer cosas que no siempre son estrictamente legales. Pero las haces porque son por el interés supremo de la Nación.
- David Frost: Espere, si estoy entendiendo correctamente: ¿está usted diciendo que en determinadas situaciones, el presidente puede decidir que algo es conveniente al país y hacer algo ilegal?
- Richard Nixon: ¡Lo que digo es que cuando el presidente lo hace, eso significa que no es ilegal!
Pausa.... Un silencio atronador envuelve la sala y Michael Sheen, en la piel de David Frost, mira estupefacto a un Frank Langella, como Richard Nixon, que acaba de clavar el último clavo de su tumba, ante millones de norteamericanos. La caída del presidente que se creyó por encima de una Nación, la estadounidense, que frenó en seco a un déspota, con ínfulas de tirano.