domingo, 27 de septiembre de 2020

'Enola Holmes': Más preocupada por sus soflamas, que por narrar una aventura detectivesca

En el canon de la obra creada por Sir Arthur Conan Doyle, no; Sherlock Holmes no tiene hermanas. Sí uno, Mycroft, cuya mejor interpretación en cine se la recuerdo a Christopher Lee en La vida privada de Sherlock Holmes (1970), la mejor película -para mi- sobre el detective, dirigida por el gran Billy Wilder.

Luego ha habido Holmes más graciosos y patosos, como Michael Caine, en Sin pistas (1988), una versión libre del clásico y terriblemente divertida; o recientemente Robert Downey Jr., en la película homónima del año 2009, dirigida por Guy Ritchie, con todo lo que eso conlleva.

Pero no, el protagonista no es Sherlock en esta ocasión, sino su hermana, Enola Holmes. Un personaje que jamás apareció en las historias originales de Conan Doyle, pues fue en 2006 cuando surgió por primera vez, de la pluma de su creadora, Nancy Springer, que la desarrolló en una serie de seis libros y que por vez primera salta a la pantalla, de la mano de Netflix.

Con el título de Enola Holmes, la película adapta parte de esta literatura moderna y con Millie Bobby Brown en la piel de la adolescente. Sí, moderna. Y lo moderno no siempre es sinónimo de bueno; ni de buen gusto. A veces, lamentablemente muchas, suele ser un fiasco. Por desgracia, Enola Holmes lo es; de principio a fin. Y porque su sectarismo, llevando el feminismo al extremo, rompe el mensaje, te hace desconectar a base de soflamas repetitivas y empaña una historia con muchos posibles.

¿Es interesante una joven adolescente, con espíritu detectivesco y que rompe con lo establecido? Pues sí, lo es. Tiene los mimbres para ser más que entretenida. Pero eso se pierde cuando la perorata feminista copa todas las escenas. Que cansancio, de verdad. Y sobre todo usando un apellido, Holmes, al que no tiene sentido seguir dándole vueltas de tuerca.

¿Es necesario coger todo lo masculino y reconvertirlo en femenino porque sí? ¿No será mejor hacer algo nuevo, con su propia historia, sin necesidad de copiar lo ya establecido? Las copias son indigestas. Si un día me ponen una Teniente Ripley o Sarah Connor en tío, diré absolutamente lo mismo, porque es innecesario. Ellas son únicas, y no necesitan un hermano, padre o hijo que las emule o trate de ser mejor. Aquí igual. Déjense de copiar y feminizar todo. Hagan algo nuevo y original, sin sectarismo.  

Como las dos anteriores, Holmes, a mi parecer, no necesita una hermana pedante que se crea mejor que el detective por antonomasia. Insisto, es absurdo.

Una copia, de otra copia, de otra copia...

Por si esto fuera poco, es decir, que sea tan tendenciosa y con nula originalidad, Enola Holmes cuenta con un argumento naíf, que además abusa de los flashback y termina siendo -como era de esperar- una copia del Sherlock Holmes de Guy Ritchie. Tanto en su formato, ejecución, como que la propia Enola sea una suerte de Bruce Lee o Neo, de Matrix, pero con enaguas y en el Londres del siglo XIX. Es decir, ridículo todo.

La trama, básicamente, es Millie Bobby Brown, una actriz aún por pulir y a la que le espera una gran carrera tras Stranger Things, que busca a su madre (Helena Bonham Carter), quien ha desaparecido de casa dejando algunas pistas. Todo lo que Enola sabe se lo debe a su progenitora, pero aún es menor de edad, con lo que su tutela la debe ejercer su hermano mayor, Mycroft, snob a más no poder. Un cliché con patas que viene acompañado de su hermano Sherlock (Henry Cavill), cuya presencia es testimonial en toda la obra. Que recurso más desperdiciado.

En fin, que Enola no quiere ser una mujer más de la época. Se empodera, como se dice ahora, y con su espíritu revolucionario emprende la búsqueda de su madre. No ha desaparecido porque sí, sino que esa fuga es una especie de Macguffin, y que lo realmente importante es lo que sucederá en el Parlamento británico, donde el voto de un joven marqués marcará el futuro de la nación.

'Teenagers' del siglo XIX

Por su puesto el marqués es un tipo apuesto. Ni una mácula. Y pese a ser educado en tendencias conservadoras, está decidido, como Enola, a que Inglaterra cambie de rumbo. Por supuesto, quien ostenta el poder no va a cederlo así como así, y la vida del marqués correrá peligro si la joven detective no lo impide.

Con todo esto, Enola Holmes termina siendo una película de 'teenagers' del siglo XIX. Aunque la ambientación digital y de vestuario lo intente, no tapa todos los estereotipos de esta generación Z, que hace honor a su letra y empapa toda la cinta de Harry Bradbeer. 

Luego está el recurso del protagonista hablando a cámara, que particularmente siempre me ha gustado. Te hace partícipe de todo el entramado argumental, pero hay que saber cuándo y cómo meterlo, si no te arriesgas a meter la pata y entorpecer -más aún- el ritmo. Aunque Millie Bobby Brown lo intenta, es tal el galimatías espacio temporal, que también arrastra a esta técnica.

Quiere abarcar tanto, desde el mensaje, su construcción, la narración con flashback, e incluso momentos sentimentales, que al final se olvida del ABC de este tipo de cine, mezcla de thriller y aventuras. Que no es otra cosa que el tradicional planteamiento, nudo y desenlace, sin ínfulas.

El secreto de la pirámide

Imposible no acordarte de El secreto de la pirámide (1985), donde se trata a los adolescentes como un público con sentido de la crítica y no un simple sujeto a adoctrinar. Claro que el trío Barry Levinson (director), Chris Colombus (guion) y Steven Spielberg (productor) son palabras mayores.

En 1985, el joven detective se ve envuelto en una serie de crímenes, que ocultan una oscura trama de poder -más o menos, a lo que Enola Holmes quiere aproximarse-. Durante hora y media investiga el qué, cómo y porque, y al final el enigma se resuelve con el famoso 'elemental mi querido Watson'. 

No es tan difícil, ni hace falta que sea todo tan rimbombante, meloso y pedante. El cine no tiene porque tener siempre un mensaje político o social, para contentar a un determinado colectivo. Tampoco es necesario retorcer hasta el extremo la trama, pues se acaba en el esperpento del que hablaba el gran Valle Inclán. Al final, ese camino lleva a la prostitución del arte; a usar al público según la tendencia de la época. Pero ojo, que el espectador no es tan imbécil como se piensan. Habrá a quien esto le guste; es lícito. Conmigo, que no cuenten.


Ficha Técnica

Título original: Enola Holmes

Año: 2020

Duración: 123 min.

Género: Aventuras / Comedia / Feminismo / Thriller

País: Estados Unidos Estados Unidos

Dirección: Harry Bradbeer

Guion: Jack Thorne (Novela: Nancy Springer)

Música: Daniel Pemberton

Fotografía: Giles Nuttgens

Reparto: Millie Bobby Brown, Henry Cavill, Helena Bonham Carter, Sam Claflin, Burn Gorman, Fiona Shaw, Frances de la Tour, Adeel Akhtar, Susan Wokoma, Joakim Skarli, Jay Simpson, Rebecca Hanssen, Louis Partridge, Gianni Calchetti, Delroy Atkinson, Pierre Bergman, Steve Saunders, Adrian Mozzi, Hattie Jackson, Margaret Wheldon, Sonya Seva, Paul Parker

Puntuación: 2/10

4 comentarios:

  1. La hemos visto anunciada en Netflix cientos de veces y la sola presencia de Millie Bobby Brown nos daba cierta pereza. Ahora, una vez leída tu crítica la descartamos totalmente... donde estén los originales...

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    1. Ojalá un día se den cuenta, y empiecen a crear algo nuevo, sin feminizar todo lo masculino.

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  2. La mejor crítica que he visto de esta peli, no puedo estar más de acuerdo en todo lo que dices ¡Punto por punto! No me esperaba mucho de la peli, pero ufff, decepción. Henry Cavill no me pareció mal Sherlock, pero sí, tampoco apareció mucho...
    Saludos!

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    1. Muchas gracias! Creo que Henry Cavill está muy desaprovechado, parece un tipo que pasa por ahí sin más.

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