viernes, 15 de enero de 2016

'Los odiosos ocho': Reservoir Eight

Un cazarrecompensas llamado John Ruth -Kurt Russell, La Cosa, Golpe en la pequeña China- viaja en una diligencia acompañado por su prisionera Daisy Domergue -Jennifer Jason Leigh, El maquinista, Camino a la perdición- camino de Red Rock, done la fugitiva será ahorcada. Sin embargo, durante el camino se encuentran a dos individuos, el mayor Marquis Warren - Samuel L. Jackson -Pulp Fiction, El protegido- un cazarrecompensas y antiguo soldado de la Unión y Chris Mannix -Walton Goggins, Django Desencadenado, La casa de los 1.000 cadáveres-, antiguo rebelde sudista que dice ser el nuevo sheriff de Red Rock.


Una ventisca les obliga a detenerse y buscar refugio en la Mercería de Minnie donde se verán obligados a compartir cobijo con cuatro desconocidos: el méxicano Bob -Demian Bichir (Una vida mejor, Salvajes)-; Oswaldo Mobray -Tim Roth, Four Rooms, Maldito Nick- verdugo del estado; Joe Gage -Michael Madsen, Donnie Brasco, Sin City- y el antiguo coronel confederado Sandy Smithers -Bruce Dern, Nebraska, El regreso-.

Quentin Tarantino vuelve a trasladarnos al lejano oeste para contarnos su octavo trabajo, The Hateful Eight, título original en EEUU. Si en su anterior filme -Django Unchained- el director nacido en Tennessee realizaba su particular versión de un spaghetti western, con continuos guiños a las películas que le marcaron durante su juventud dentro de este género, en este último se marca un "autohomenaje" con esos detalles marca de la casa que le han convertido en uno de los mejores autores en los últimos 50 años de la historia del cine. 

Kurt Russell y Samuel L. Jackson son dos de 'Los odiosos ocho'.

La legión de fans con la que cuenta Tarantino no se verán defraudados con su última película, aunque hay que especificar que Los odiosos ocho está más cerca de Jackie Brown que de Django Desencadenado, es decir, tiene un ritmo más lento, con una hora y media inicial en la que apenas hay acción y los diálogos son la característica principal. Transcurrido este tiempo es cuando el filme se desboca y la sangre empieza a brotar de manera salvaje. Quizá en ninguna de sus anteriores películas haya habido una carnicería como la que acontece en la Mercería de Minnie, que se convierte en un escenario cuasiteatral donde la cámara de Quentin va viajando de una esquina a otra. 

El desarrollo de casi toda la película en dicho local recuerda a su primer título, Reservoir Dogs, de ahí que se pueda entender este trabajo como un homenaje a su propia carrera. Y es que, Quentin Tarantino es la estrella del show, un director que es más importante que las figuras de Hollywood que puedan actuar para él, se llamen Brad Pitt, Leonardo Di Caprio o Bruce Willis por poner tres ejemplos. Algo que queda muy claro desde los títulos de crédito iniciales en los que se anuncia "la octava película de Quentin Tarantino".

Samuel L. Jackson da lo mejor de sí mismo en uno de los mejores papeles de su carrera.

El estatus de astro del cine se lo ha ganado Tarantino desde su debut en 1992 por su manera de dirigir, creando un estilo propio e imitado posteriormente por numerosos directores. Una personalidad llena de energía e influenciada por todos aquellos géneros que le marcaron en su juventud y le hicieron amar el séptimo arte: desde el cine de artes marciales hasta el western pasando por el thriller setentero o el cine de terror. Quentin lo mezcla todo en su particular coctelera, lo agita, lo adorna con bandas sonoras insuperables y sirve auténticas obras maestras. Y para ello siempre elige a grupos de actores que bajo su batuta, dan lo mejor de si mismos y suman para que la calidad del filme sea sobresaliente.

Tarantino al rescate

Una de las cualidades de Tarantino es saber poner en primera fila a actores casi desahuciados para el cine actual. Ya lo hizo anteriormente con John Travolta -Pulp Fiction-, con Pam Grier y Robert Forster -Jackie Brown- o dándonos a conocer a Christoph Waltz -Malditos Bastardos-. El turno ahora le toca a Jennifer Jason Leigh, la cual hace un trabajo extraordinario y desagradable a partes iguales. Su personaje es machacado durante casi todo el filme y a pesar de ello, cae mal al espectador por su insolencia y su carácter. Una interpretación notable que le ha acarreado una nominación como mejor actriz secundaria en la próxima ceremonia de los Oscar.

Kurt Russell, Jennifer Jason Leigh y Tim Roth en un momento de la película.

Junto a ella destacan Kurt Russell, Walton Goggins y Samuel L. Jackson. Russell vuelve a demostrar que es un gran actor, que quizá ha vivido durante gran parte de su carrera a la sombra de otros compañeros coetáneos y al que nunca le ha llegado un gran papel para despegar del todo y convertirse en una estrella. Da igual, aquí lo borda, como ya hiciera a principios de los ochenta en La cosa o Rescate en Nueva York demostrando que es un valor seguro en cada reparto en los que interviene.

Por su parte, Walton Goggins va camino de convertirse en uno de los actores fetiches de Quentin, siendo éste su segundo trabajo en común en el cual el intérprete se erige como uno de los grandes protagonistas de la obra, protagonizando alguno de los momentos más cómicos de la misma.

Quentin Tarantino cuida cada detalle junto al resto del equipo durante el rodaje.

Y Samuel L. Jackson, el verdadero tótem del filme, realizando la que quizá es la mejor interpretación de su carrera. El intérprete nacido en Washington en 1948 dota a su personaje de una energía especial, erigiéndose como la figura principal de Los odiosos ocho: juez, fiscal y verdugo del mismo. Su verborrea característica en sus anteriores trabajos con el director no resalta tanto aquí, pero no se echa en falta. Su complicidad con Goggins y Russell es fantástica, así como la escena que comparte con Bichir en la cuadra. Una pena que los académicos de Hollywood no hayan premiado este trabajo con, al menos, una nominación a los Oscar, porque sin duda lo merecía.

La madurez del director

Y así con todo, sin olvidar a Ennio Morricone y su banda sonora, nos encontramos ante quizá, la película más importante del año, por su calidad, por los rumores sobre filtraciones del guión, cancelaciones de la filmación...y por ser el octavo trabajo de Tarantino. Se supone que el antepenúltimo, ya que el propio director ha explicado que su intención es dejarlo cuando alcance las diez películas.

Los odiosos ocho de Tarantino.

Ójala no sea así, ya que en Los odiosos ocho ha demostrado una madurez y un saber llevar la trama sin que esta se desboque que quizá había perdido en sus dos anteriores trabajos. Y aún así conserva su sello con esos planos memorables y el rodaje en 70 milímetros. Esperemos que por el bien del cine actual, saturado de dramas y biopics, nos quede Tarantino para rato.

Ficha Técnica


Título original: The Hateful Eight

Año: 2015

Duración: 167 min.

Género: Western/Comedia negra

País: Estados Unidos 

Director: Quentin Tarantino

Guión: Quentin Tarantino

Música: Ennio Morricone

Fotografía: Robert Richardson

Reparto: Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer Jason Leigh, Walton Goggins, Tim Roth, Michael Madsen, Demian Bichir, James Parks, Bruce Dern, Channing Tatum, Zoe Bell, Gene Jones, Dana Gourrier

Premios: 2015: Premios Oscar: Mejor banda sonora original (Ennio Morricone). 3 nominaciones
               2015: Globos de Oro: mejor banda sonora original
               2015: Premios BAFTA: 3 nominaciones incluyendo mejor actriz de reparto.
               2015: Critics Choice Awards: Mejor banda sonora

Puntuación: 7,5/10

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